Por la temática
que aborda la obra El libro negro de los
colores (el mundo desde el punto de vista de las personas con discapacidad
visual), decidimos enfocar nuestra propuesta didáctica en un acercamiento de
los niños y niñas hacia esta discapacidad, con actividades que ayuden a que se
pongan en el lugar de personas invidentes, trabajando así la empatía y
fomentando la inclusión desde edades tempranas, formando así a los pequeños y
pequeñas en valores como la tolerancia y la igualdad. Para ello, teniendo en
cuenta que los canales de transmisión predominantes para atender las
necesidades educativas de los alumnos/as con discapacidad visual son el
auditivo y el táctil, hemos diseñado una serie de actividades en las que
trabajaremos estos sentidos, así como el olfato y el gusto, y las emociones que
sentimos a través de los mismos. Utilizaremos la metodología de
enseñanza-aprendizaje de tipo cooperativo, que consideramos más eficaz ya que
fomenta una mejor integración del alumno/a, su autoestima y las competencias
sociales.
Decidimos partir
de la intención principal de la obra (concienciar al lector sobre cómo sienten
las cosas las personas con discapacidad visual) como elemento primordial de
nuestra propuesta didáctica, ya que consideramos que la empatía es un valor
fundamental que se adquiere en edades tempranas, por lo que es importante
trabajarla en la escuela, y este libro es un recurso muy interesante para ello.
Esta obra
también ofrece otras posibilidades didácticas para llevar a cabo en un aula de
Educación Infantil al tratarse de un cuento corto pero con una gran carga
educativa, con el que además de trabajar la empatía podemos trabajar las
emociones, los colores, las texturas, los olores…
Objetivos:
- - Fomentar la
creatividad y la imaginación
- - Fomentar la
empatía
- - Trabajar el
desarrollo de la psicomotricidad
- - Desenvolver capacidades afectivas.
- - Desenvolver
habilidades comunicativas en diferentes lenguajes y formas de expresión.
- - Experimentar
a través de los sentidos diferentes emociones.
- - Fomentar la inclusión
de los alumnos/as que tengan algún tipo de discapacidad.
- - Fomentar
valores y actitudes encaminados al desarrollo de la convivencia en sociedad.
Propuesta didáctica
1ª Actividad:
Una forma diferente de leer un cuento
Para desarrollar
la propuesta didáctica comenzamos con la lectura de “El libro negro de los
colores” ésta se llevará a cabo con los ojos tapados con un pañuelo para
ponerles así en la piel de las personas con discapacidad visual.
A medida que
vamos leyendo iremos pasando el libro uno a uno para que los niños/as puedan ir
tocando las ilustraciones con relieve que se muestran en la parte derecha de
cada página. Una vez terminada la lectura cada niño/a debe realizar una serie
de dibujos sin sacarse el pañuelo en los que representan las emociones que les
ha despertado la lectura, experimentando por un tiempo lo que sienten las
personas que se ven privadas de este sentido, fomentando también, la
orientación espacial, pues cada niño/a debe controlar las delimitaciones del
folio A3, de tamaño un poco más grande que un folio de uso habitual para que
les resulte más fácil.
Una vez
realizados todos los dibujos procederemos a destaparles los ojos y uno a uno
irán explicando sus dibujos.
Consideramos que
es una actividad muy completa pues también despertamos la imaginación y la
creatividad durante toda la sesión, que adquieren gran importancia en edades
tempranas.
2ª Actividad:
Los sentidos
Una de las
actividades que proponemos se centrará en trabajar los sentidos. Para llevarla
a cabo, meteremos en diferentes vasos de plástico distintos materiales que
tendrán que identificar con los ojos cerrados a través de los sentidos,
siguiendo el orden en el que se tratan los mismos en la obra.
De este modo,
comenzaremos trabajando el gusto, ya que el libro comienza con la siguiente
frase ‘’Según Tomás, el color
amarillo sabe a mostaza’’. Meteremos en cuatro vasos cuatro alimentos
diferentes que les resulten familiares: kétchup, chocolate negro, zumo de limón
y aceitunas, y deberán decir con qué alimento lo identifican y si es dulce,
amargo, salado o ácido.
El siguiente
sentido que menciona la obra es el tacto. Los materiales que utilizaremos serán
papel de lija, algodón, piedra y una esponja, teniendo así que identificar de
qué materiales se trata y qué textura tienen.
En cuanto al
olor, meteremos en los vasos café, cacao, ajo y agua de mar.
Por último
trabajaremos el sentido del oído, para lo que golpearemos diferentes materiales
y tendrán que averiguar qué material estamos golpeando (la ventana, la mesa, el
suelo…).
3ª Actividad:
Cuento motor
Para finalizar
esta propuesta didáctica sobre el cuento “El libro negro de los colores”
creemos que es interesante que todos los niños/as experimenten cómo es moverse
por el espacio sin poder ver, por ello nos parece interesante llevar a cabo un
cuento motor. Para realizar esta actividad dividiremos el alumnado en dos
grupos, en primer lugar unos niños/as harán de perros ciegos (para ello les
taparemos los ojos con un pañuelo) y contarán con un amigo que se llamará Tomás, como el niño del cuento, que
le ayudará a superar los obstáculos que se encuentre durante la realización del
cuento. Después de realizar todo el recorrido, cambiarán los papeles, los que
antes hacían de perro serán los que hagan de humano y ayudaran a su
compañero/a.
El cuento será
el siguiente:
Un día Tomás se
encontró en la calle un perro que estaba abandonado, el perro era muy cariñoso,
cuando Tomás lo vio le llamó mucho la atención y se lo quiso llevar a su casa.
Estaban bastante lejos y tuvieron que atravesar muchos obstáculos de la ciudad
(subir y bajar los bancos), como al
perro le costaba un poco Tomás lo iba ayudando. Cuando llegaron a casa, su mamá
le dijo que no se podían quedar con el perro porque era ciego, a Tomás eso no le
importaba porque juntos se ayudarían, así que Tomás insistió mucho. Su mamá le
dijo que se lo podía quedar durante una semana y después ya verían lo que
harían.
El primer día, Tomás le puso el nombre al perro, el cual se llamaría Max, juntos fueron al colegio,
se les había hecho tarde así que tuvieron que ir corriendo (corren por todo el gimnasio). Durante la
mañana Max estuvo jugando con los charcos del colegio (se tumban en el suelo y dan vueltas), mientras que Tomás tuvo una
clase de gimnasia en la que no paró de saltar (saltan en la colchoneta). Después se fueron para casa, estaban tan
cansados que se pusieron a dormir (se
acuestan encima de la colchoneta y cierran los ojos).
Al segundo día,
se levantaron pronto para ir al cole, la mañana fue un poco aburrida, pero
después se juntaron todos los niños/as en el parque con sus perros y todos/as
juntos jugaron a la pelota (cogen las
pelotas y juegan todos juntos/as), se divirtieron mucho.
Al tercer día, Tomás estaba enfermo así que no podía salir de casa y Max estuvo a su lado todo el
tiempo, Tomás no paraba de acariciar a Max (los/las
que hacen de Tomás acarician a los otros/otras) y el con su patita le hacía
cosquillas (los que hacen de perro le
hacen cosquillas a los otros/otras).
Al cuarto día, Tomás ya pudo ir al colegio, Max lo estuvo esperando. Tomás salió con su amiga
Clara que también tenía otro perro, A Clara se le ocurrió la idea de jugar al pilla-pilla, y para que fuese más
divertido se pusieron a jugar como si también fuesen perros para que los perros
no se perdieran Clara y Tomás los llevaban sujetos con la correa (por grupos de cuatro juegan al pilla-pilla,
todos/as se desplazan gateando y de la mano). Se despistaron jugando así
que tuvieron que volver a casa corriendo (van
corriendo hasta que llegan a casa).
El quinto día
llovía mucho, Tomás le dijo a Max muy bajito que tenían que salir pronto de casa
(se lo dice como si fuese un secreto),
al salir estaba lloviendo y Tomás ya iba preparado para dar grandes saltos en
los charcos, Max lo seguía detrás de él (saltan
de un aro al otro), se lo pasaron genial pero llegaron al colegio muy
mojados y Tomás no paraba de tiritar (hacen
que están tiritando y mueven todo el cuerpo), como llovía tanto, la
profesora dejó que Max estuviera en clase, así que Tomás estaba muy feliz.
Al sexto día,
era fin de semana así que Tomás no tenía clase y aprovecharon para ir de
excursión a la montaña. Para llegar a arriba de todo tuvieron que trepar mucho (suben las espalderas), Tomás estaba muy
atento de Max y siempre que lo necesitaba lo ayudaba. Cuando estaban en la
montaña encontraron un río así que, para refrescarse se lanzaron a él y
comenzaron a nadar (se tiran encima de
las colchonetas y hacen que nadan) . Se lo habían pasado genial pero
estaban muy cansados, así que al llegar a casa se quedaron dormidos en seguida
(se acuestan en la colchoneta y cierran
los ojos)
Cuando llegó el
séptimo día Tomás estaba muy triste (ponen
cara de tristeza), quiso madrugar mucho para aprovechar su último día con
Max, había sido una semana especial, Max era el mejor perro del mundo, para él
no era ningún problema que Max fuese ciego, eran inseparables y se lo habían
pasado genial. Juntos se fueron a vivir la que sería su última aventura, cerca
de la casa de Tomás había un pequeño bosque, allí fueron a esconderse (se esconden debajo de las sábanas). La
madre de Tomás sabía que estaban allí así que fue a buscarlos para darles la
noticia: ¡Tomás no te preocupes, Max formará parte de nuestra familia, se
quedará con nosotros! Tomás se puso tan contento que no paró de dar saltos de
alegría junto con Max (todos/as juntos/as se ponen a saltar).
A continuación
mostramos cómo distribuiríamos el gimnasio para realizar esta actividad y los
materiales que utilizaríamos:
Conclusiones:
Como ya vimos,
este libro fomenta la inclusión social y la empatía por eso creemos que las
actividades que proponemos son muy acordes con el libro, ya que con ellas
estamos contribuyendo a que se adquieran dichos objetivos. En todas ellas los
niños/as tienen que vivir la experiencia de no poder ver durante un tiempo,
algo que muchas veces nos resulta complicado imaginarnos. Si les pidiésemos a
los niños/as que simplemente cerrasen los ojos para hacer estas actividades,
seguramente los abrirían en muchos casos porque se sentirían muy inseguros/as,
por eso pensamos que lo mejor es tapárselos con un pañuelo y así realmente
puedan ponerse en el lugar de una persona invidente.
Las actividades
que proponemos requieren de un gran esfuerzo por parte de los niños/as ya que
no son cosas que hagan normalmente, pero pensamos que pueden ser muy útiles y
estamos seguras de que les ayudarán a comprender mejor cómo es la vida de las
personas invidentes. Intentamos hacer todas las actividades a través de un
medio que les llamase la atención, por ejemplo el dibujo es algo muy recurrente
en E.I. y a los niños/as les gusta mucho con lo cual nos pareció interesante
utilizar este medio. En cuanto a los sentidos, percibirlos con los ojos
cerrados nos pareció una buena forma para que sean más conscientes de ellos, y
experimenten diversas sensaciones. Por último, el cuento motor pensamos que es
una idea muy buena para que realicen diversas actividades motrices sin poder
ver, algo que normalmente resulta muy complicado, y además que sientan el apoyo de uno de
sus compañeros/as, que se den cuenta de que tienen su ayuda siempre que la
necesiten y que ellos/ellas también deben de ayudar a los demás. Por todo ello
pensamos que las actividades que hemos diseñado son muy adecuadas para llevar a
cabo en un aula de E.I. y que además cumplen nuestros objetivos.
Referencias bibliográficas:
Cottin, M. (2008). El
libro negro de los colores. Barcelona: Libros del Zorro Rojo
Realizado por:
Sara López
González
Sonia López
López
Sabela Moldes
Vázquez
Noelia Rey Bello
Iria Rivas
Fernández
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